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desidentificarme de él.
2. EN LO EXTERIOR: Movimiento interno de las personas y de la naturaleza
Otra vía de percepción que queda desbloqueada por el silencio, para ampliar su campo
de operaciones, es aquella por la que percibimos el exterior. Cuando hago silencio
aprendo a percibir mejor el exterior, pero no como lo percibo ahora, es decir, solamente
a través de impactos visuales y auditivos, sino que empiezo a ser sensible a lo interior
de lo exterior, empiezo a percibir a las personas y a la naturaleza en su movimiento
interno, en su vida íntima. La persona ya no es importante para mí según sus rasgos
físicos, sus actitudes, sino que empiezo a captar la vida que existe dentro de esta
apariencia, qué es lo que vive esta persona, qué siente, qué le mueve; empiezo a percibir
lo que es realmente viviente. Esto no sólo se va descubriendo en las personas, sino
también, en primer lugar, en los animales, por ser los más próximos a nosotros, e
igualmente en los árboles, en las montañas, en las plantas, en la naturaleza en general.
Se empieza a percibir y a intuir una significación que está detrás de la apariencia, detrás
de lo sensible. Es más, llegamos a darnos cuenta de que lo que uno percibe por los
sentidos son sólo productos, efectos, consecuencias. Lo exterior solamente es una
expresión, una indicación, una especie de cristalización, en el plano material, de algo
eminentemente viviente y dinámico que se encuentra internamente.
3. EN LO SUPERIOR: Presencia y acción de Dios en mí
Finalmente, también se amplía mediante el silencio nuestra vía de percepción hacia
arriba. Lo que llamamos valores superiores pongámosles el nombre de Dios,
Inteligencia Cósmica, o cualquier otro-, se aclara, se percibe, deja de ser una idea, deja
de ser una filosofía, para convertirse en una constatación, en una experiencia viviente.
Por todo ello, el silencio nos abre a nuevas dimensiones.
III. CONSECUENCIAS DEL SILENCIO
Mi YO, instrumento de expresión superior
Además, y como consecuencia de lo dicho anteriormente, el silencio nos capacita para
que lo interior en nosotros sirva de instrumento eficaz para expresar lo Superior. Uno
descubre que el verdadero sentido de la vida no se centra en nuestra personalidad, sino
que nuestra mente, nuestra afectividad y nuestro cuerpo sólo son instrumentos,
herramientas para expresar lo que tiene realmente significado, calidad, a todos los
niveles, incluso los más elementales. La personalidad deja de considerarse como un
dios, como un ídolo y se la vez como lo que es en realidad, como instrumento temporal,
y útil, pero sólo instrumento, al servicio de esta concreación, de esta encarnación de lo
que son realidades vivientes y niveles causales.
Transformación de toda mi personalidad
Al mejorar y ampliarse las vías de recepción y de expresión, se va produciendo una
actualización efectiva en nosotros, en nuestra personalidad global, de lo que son
valores superiores. La energía superior va encarnándose y va mejorando toda nuestra
energía, la va transformando, la va sublimando. Nuestra afectividad humana se va
transformando en virtud de esa gracia, de esa fuerza superior que nos va penetrando y,
del mismo modo, nuestra mente se aclara a través de esta percepción intuitiva que se
desarrolla progresivamente. Por lo tanto, gracias a esa apertura se produce en nosotros
una transformación total.
IV. REQUISITOS PARA EJERCITAR EL SILENCIO COMO TÉCNICA
Vemos La importancia del silencio en una amplia gama de aspectos. Ahora bien,
practicar el silencio no sólo es difícil, sino que a veces no es recomendable. El silencio,
para que sea efectiva, saludable, para que sea un medio realmente creador,
transformador, revelador, necesita reunir una serie de requisitos; la persona que lo
practica se ha de encontrar en unas condiciones determinadas.
Antes de pasar a enumerar los requisitos necesarios para un verdadero silencio,
resumiremos aquellas funciones positiva y negativa del yo-idea que tienen sus
implicaciones en el tema que tratamos.
Función positiva del yo-idea. Anteriormente hemos dicho que el nudo gordiano de
nuestro trabajo de autorrealización está en el yo-idea, pero no hay que olvidar que este
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